Parece que el buen tiempo se resiste a llegar, con la llegada del huracán Hugo, tenemos lluvia y frío para rato… por lo que antes de que acabe el invierno estaría bien reflexionar los ingredientes y recetas más adecuados para combatir el frío.
En general, en invierno comemos un pomo más contundente, guisos, potajes y alimentos con más calorías (lo que no implica que no sean sanos, nuestros bisabuelos comían «con fundamento» y eso no les pasaba factura a la salud), alimentos para cuerpo y alma que reconfortan a la par que deleitan al paladar, de hecho son los que disfruto cocinando, por como huele el hogar, por la espera y el amor que les profesas, por lo que implica a nivel de tradición e historia.
Acelgas y espinacas, alcachofas, calabaza, col (berza o repollo), coliflor o pella, coles de Bruselas, champiñones, guisantes y habas, judías verdes, puerros, cardo, remolacha, rábano, lechuga de hoja de roble, berros… Kiwi, limón, mandarina, naranja, pomelo, (yo no soy nadie sin mi zumo matutino de una naranja, medio pomelo y medio limón: un chute de vitamina C), frutas tropicales: papaya, chirimoya, piña, frutas desecadas como higos y dátiles…
Las frutas y verduras son el principal aliado contra el resfriado, uno de los incordios más importantes de estas fechas, porque no estás mal para quedarte en casa ni bien para hacer tu vida normal… Así que hay que consumir en abundancia la vitamina más famosa de todas, la C.
Todas las frutas de invierno son muy ricas en ácido ascórbico o vitamina C. Los cítricos constituyen la primera fuente de esta vitamina, a excepción de la guayaba y el kiwi que concentran la mayor cantidad de este nutriente. También contienen ácidos orgánicos como el cítrico, que les confieren sabores ligeramente ácidos. Este último potencia la acción de la vitamina C.
Además de la vitamina C, en las frutas de invierno destaca el elevado contenido en carotenoides, pigmentos vegetales con capacidad antioxidante. En estas frutas abunda también la fibra, mayoritariamente soluble: pectina y mucílagos. En los cítricos, la fibra (pectina) se concentra en la parte blanca que cubre la pulpa, que no hay por qué desechar. El color de naranjas, mandarinas y pomelos lo aporta el beta-caroteno, del que aprovechamos sus propiedades beneficiosas.
Resumiendo y concluyendo, los guisos contundentes para retomar fuerzas y platos como la Carno D’olla, el Cocido Madrileño, las patatas a la Riojana, las lentejas o garbanzos con morcilla, la fabada, el caldo bien espeso con galets o fideos, el Trinxat de la Cerdanya (mi plato favorito), los estofados de caza y mil recetas tradicionales más… pero no tenemos que olvidar comer fruta y verdura, abrigarnos y cuidar de nuestra salud, sin olvidar el sabor y el deleite gastronómico.
Para más información sobre los productos de temporada recomiendo visitar la web de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), para estar bien orientado y asesorado.